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Curso 2016/17

domingo, 1 de noviembre de 2009

EL SÓTANO


Diego Navarro Ubé

Robert despertó en un sótano húmedo y completamente oscuro. Todo lo que podía recordar es que había estado intentando ganar un concurso de beber cerveza contra un enano, lo cual es imposible a no ser que seas de su misma raza. Sentía su cabeza como si todo el clan de su rival en la competición la estuviese utilizando a modo de yunque.

-¿Hay alguien ahí? –preguntó una voz cavernosa-.
-No –contestó Robert de inmediato-.
-Eres un mentiroso –dijo la voz, con tono divertido-.
-¿Yo?
-No, mi tía la del pueblo. Claro que tú.
-Oye, cuidadito con lo que dices – le amenazó Robert-. Al último que me llamó mentiroso… ahora mismo no me acuerdo de lo que le hice al último que me llamó mentiroso, pero seguro que fue algo terrible.
-¿Cómo de terrible?
-Mucho.
-¿Podrías ser un poco más explícito?
-Estooo, yooo, bueno… ¡No cambies de tema! ¿Por qué me has llamado mentiroso?
-Ah, pues porque me has dicho que no había nadie, y es obvio que tú estás aquí. ¿Le arrancaste la piel a tiras?
-¿La piel a tiras? ¿De qué hablas? Y yo no te he mentido; a parte de ti y de mí aquí no hay nadie.
-¡Ah! entonces ha sido un malentendido, perdona. ¿Entonces qué le hiciste?
-¿De qué hablas?
-Del que te llamó mentiroso.
-¿Y eso qué más da?
-Hombre, tengo curiosidad.
-A todo esto, ¿dónde estamos?
-No lo sé, yo lo último que recuerdo es estar tomando la penúltima en "el duende verde".
-Claro… -Robert sabía perfectamente que “el duende verde” era un local frecuentado por todo tipo de monstruos-. Ahora que lo mencionas, no he podido evitar darme cuenta de que tienes la voz un poco extraña…
-¿Tú crees?
-…y ahora que entra un poco de luz por esa ventana… parece que tienes la piel escamosa y verde. Y esa boca alargada y con tantos dientes… No serás un dragón por casualidad…
-Premio para el caballero Veo que no se te escapa una.

En ese momento, Robert abandonó el sótano a tal velocidad, que no necesitó abrir la puerta para salir a través de ella.

-Jamás había visto a nadie correr tanto –comentó el dragón-.

Imagen: http://rlv.zcache.com

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