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Curso 2016/17

jueves, 12 de noviembre de 2009

THILUMA

Isabel Ubé
Vivo en un planeta llamado Thiluma. Soy cartógrafo interestelar. Me encantan las antigüedades. Mis ratos libres los empleo en contactar con aficionados como yo. Me han hablado de un grupo que supuestamente trafica con objetos de un planeta desaparecido llamado Tierra. Pero yo sé que eso es imposible y estoy dispuesto a desenmascararlos.
En una época muy lejana, perteneciente a la de nuestros abuelos, nuestra mayor diversión era atravesar agujeros de gusano. Por mi trabajo, tengo acceso a mucha información. Un día me topé con el relato del Capitán de una de nuestras naves. Contaba que, en una expedición, atravesaron un agujero de gusano que los llevó a un universo paralelo y, más exactamente, a un Planeta llamado Tierra perteneciente a la Vía Láctea. El documento daba muchas explicaciones detalladas sobre el Planeta y la vida que allí existía. Uno de los lugares que más visitaron fue el que los Terrícolas llamaban Machu Picchu, situado en la cima de una montaña desde la que se veía el profundo cañón del río Urubamba, en una selva tropical.
Nuestras naves, estáticas en el cielo, eran observadas por las gentes que se reunían allí, pues ese sitio era una especie de observatorio astronómico y lugar de culto. Ese Planeta era tan bello, y Machu Picchu en particular, que dicho Capitán pidió permiso para aterrizar y entrar en contacto con los terrícolas y con toda esa vida palpitante y exuberante. Pero el permiso le fue denegado sin más explicaciones por nuestro Consejo de Autoridad. El Capitán y el resto de la tripulación, haciendo caso omiso a la orden recibida, decidieron aterrizar de todos modos. No podían conformarse con ver, necesitaban sentir.
La nave inició un suave descenso en vertical. Los terrícolas se dieron cuenta y muchos huyeron despavoridos, pero la mayoría se hincaron de rodillas y alzaron sus brazos, esperando y dando la bienvenida a los nuestros. La nave descendía lenta y majestuosa. Por fin fue a posarse sobre la montaña. El aniquilamiento fue instantáneo. Fulminada la nave, el Planeta… No quedó absolutamente nada.
Por eso sé que no puede haber objetos pertenecientes a la Tierra en nuestro Universo, que se compone de anti-materia.
Estos hechos ocurrieron el día Doce de Diciembre de Dos Mil Doce, según el cómputo del Planeta Tierra.

1 comentario:

Vero Botero dijo...

Excelente historia.
Cuando fuimos en el tour a machu picchu, fue extremadamente genial.
Una de las aventuras mas grandes que podría recomendar.

saludos.